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La siguiente es la columna de opinión de la Presidenta de Proexport, María Claudia Lacouture, publicada por el Diario La República. Febrero 13 de 2012
Brasil aspira a convertirse en los próximos cuatro años en la quinta economía del mundo. El enorme potencial y crecimiento que ha tenido este país lo convierte, según expertos, en un vecino bien ubicado para Colombia, en un aliado muy importante para el comercio y para el desarrollo de nuestro país.
Exportar hacia Brasil dejó de ser un mito. Las ventas hacia ese país se multiplicaron de manera sorprendente: el crecimiento de las exportaciones de productos no tradicionales entre 2009 y 2010 fue del 68,8 por ciento y hasta noviembre del 2011, fue del 33,3 por ciento, según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, basado en cifras del DANE.
La dimensión de este mercado trae oportunidades de negocio. El brasilero demanda productos con más valor agregado, tiene mayor poder adquisitivo (en particular la clase media), tendencia que aumenta la demanda de electrodomésticos para el hogar, ropa y zapatos de marca, accesorios como relojes y joyas, así como de cursos de español, entre otros.
Son nichos que podemos aprovechar, pero el de Brasil es un mercado al que se recomienda llegar con experiencia exportable. PROCOLOMBIA cuenta con las herramientas para asesorar a los empresarios con planes de vender en este país con el cual Colombia tiene un Acuerdo de Complementación Económica (ACE 59), que permite el ingreso de muchos de nuestros productos con beneficios arancelarios y con ventajas competitivas.
Siguiendo tendencias internacionales, el brasilero comienza a preocuparse por tener una alimentación saludable y se hace evidente en el consumo de snacks asados (no fritos), bajos en grasa y en lo posible, orgánicos. Existe una tendencia a comprar pasabocas dulces con sabores de frutas como manzanas, banano, piña y durazno. También incluyen en sus compras cafés gourmet, conservas, artículos de chocolatería y productos de panadería.
Así mismo, existen nichos para artículos de la pequeña marroquinería, atún enlatado para surtir a restaurantes y hoteles, químicos como pinturas en polvo y pigmentos colorantes, calcomanías autoadhesivas de alta tecnología para el mercado de cervezas y gaseosas, así como para materiales de construcción. El gobierno de Brasil desde hace algunos años estimula la construcción de vivienda y se espera un incremento del 10 por ciento en la demanda de estos artículos.
Hemos detectado dos nichos interesantes en el país vecino. Uno de ellos, la oportunidad de vender cursos de español, luego de que el gobierno fijó la enseñanza obligatoria de este idioma en sus instituciones educativas, que ha generado además una mayor conciencia en la población de aprender un segundo idioma diferente al inglés.
Otro mercado llamativo es el de artículos desechables para la línea hospitalaria que la producción local no alcanza a suplir en su totalidad. Podremos ofrecer guantes de vinilo, jeringas, tapabocas y agujas para hospitales, clínicas y redes de droguerías.
En cuanto al turismo, el brasilero ha comenzado a viajar y a gastar más en sus recorridos. En los dos últimos años, las visitas de personas procedentes de ese país crecieron en 50 por ciento en cada año. Es un potencial para Colombia que en este 2012 reforzará y aumentará la promoción de sus productos turísticos en ese país. Y sin duda, Brasil es un mercado clave en nuestro propósito de atraer la inversión extranjera. Es un país que no cuenta con tratados de libre comercio, por ejemplo con Estados Unidos, y Colombia busca ser una plataforma interesante para los empresarios brasileros que deseen llegar con beneficios arancelarios a terceros mercados.
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