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<p>Usan nuevas tecnologías para captar la atención de un lector cada vez más exigente y disperso a la hora de abordar un texto.</p>
El libro de papel nunca va a morir, de hecho hoy está más vivo que nunca. Esta afirmación se repite entre los editores internacionales y colombianos que decidieron ponerse al día con la coyuntura por la que atraviesa la industria editorial del mundo y apropiarse de las nuevas tecnologías para sobrevivir.
La brasileña Érica Casado, invitada a Colombia por PROCOLOMBIA, dictó un taller sobre el tema con 11 editoriales colombianas sobre ‘transmedia’ o la narrativa en diferentes plataformas. “El público ha cambiado, usa las tecnologías y no quiere solamente consumir contenido sino también participar de las historias, incluso crear contenidos”, señaló la experta y editora de Editacuja, una empresa de Brasil que se dedica a generar contenidos educativos utilizando la transmedia.
Para esto, los recursos van desde el papel hasta los dispositivos móviles, tabletas, juegos en Internet y redes sociales.
“Gracias al acceso cada vez más eficaz y fácil de la información el lector no solo quiere leer sino también hablar con el autor y que otros conozcan sus opiniones sobre el libro, por lo cual las editoriales, si buscan el contexto internacional y fortalecer sus exportaciones, deben abrir espacios de participación”, explicó María Claudia Lacouture, presidenta de Proexport.
La tecnología también está permitiendo mayores posibilidades de creación. De acuerdo con Martín Restrepo, fundador y director de Editacuja, editorial brasileña, “ahora está la posibilidad de que el libro sea un contenido vivo, de que no tenga apenas un autor sino muchos autores, inclusive los lectores pueden sugerir nuevos personajes y finales alternativos”.
Las opciones son múltiples. Según Restrepo la narración puede iniciar con un juego en el que participan los principales personajes del libro “y a medida de que se ganan puntos se desbloquean capítulos. O se puede tener un capítulo en la que se le va a dar total libertad al lector de escoger el final, o usar las redes sociales para que los lectores escojan un nuevo personaje que puede entrar en la historia”.
La coyuntura ha llevado a las editoriales colombianas a un proceso de adaptación y conquista de nuevos lectores. La Editora Cultural Internacional, con 20 años en el sector, es uno de los ejemplos. “Vemos la necesidad, no solamente por lo que pensamos sino porque nuestros clientes nos dicen lo que necesita el mercado, entonces los estudiantes, lo profesores y los padres de familia lo que quieren es contenido digital”, aseguró Gustavo Elorza A, gerente y editor.
Por eso sus libros, entre cuentos, cursos de inglés, biblias, enciclopedias y diccionarios, vienen acompañados de contenidos digitales en cd, dvd, aplicaciones para la web y teléfonos Android.
Lo mismo ocurre con Ecoe Ediciones, editorial con 25 años en el mercado de libros académicos.
“Estamos trabajando fuerte en la parte de electrónica, la mayoría de nuestro catálogo, un 80%, está en libro electrónico, ya estamos trabajando con e-books, y estamos muy interesados en la parte de transmedia porque vemos que es el futuro”, añadió William Ospina.
Algunos, incluso, lo ven como una necesidad. Marco Antonio García, editor y gerente de Collage Editores, aseguró: “Si no llegamos pronto a los medios digitales en dos años estaremos por fuera del mercado”.